jueves, 21 de marzo de 2013

Arte popular - Los alebrijes




Las historias que encierra a veces el arte popular pueden llegar a ser tan fantásticas como las mismas obras que nacen a partir de ellas. Un gran ejemplo es lo que le sucedió a Pedro Linares López, creador de los alebrijes, figuras hechas de diferentes tipos de papel y pintadas con colores llamativos que representan a un ser imaginario, generalmente en una combinación de varios animales, no sólo fantásticos sino también reales.

El artista cuenta que una ocasión que estaba muy enfermo, al borde de la muerte, soñó que estaba en un bosque donde vió a estos seres que lo acompañaban en su camino de regreso a la conciencia, y también escuchó a un grupo de criaturas que gritaban: ¡Alebrijes, alebrijes!, y entonces comenzó a usar esta palabra para nombrar a las figuras que vio. 


Cuando contó su sueño, vio que nadie podía imaginarse cómo eran aquellos burros con alas, o las serpientes de grandes fauces, crestas y patas de gallo, así que decidió elaborarlos y bautizarlos con el nombre que tuvieron en su sueño, “alebrije”.  Aprovechando su habilidad de cartonero, Pedro tomó un pedazo de papel y moldeó esas figuras, las pintó igual que como estaban en sus sueños. El artista decía al recordarlo, “estos animales que yo hago están muy bonitos, aquellos otros eran horrorosos, mucho pior”.

Su éxito despegó cuando una galería de Cuernavaca le compró varias piezas. La suerte quiso que Diego Rivera y Frida Kahlo las vieran. Los artistas quedaron muy sorprendidos con aquellos animales de caras grotescas, delicadamente esculpidos y pintados con complicadas tramas y vibrantes colores, y le encargaron varias piezas que hoy todavía se pueden ver en la Casa Azul.

Una versión distinta a la arriba relatada habla sobre el pintor mexicano José Antonio Gómez Rosas, apodado El Hotentote, que a su paso por la Academia de San Carlos, en donde se organizaba anualmente un baile de máscaras, se le pidió una serie de telones, por lo que encargó a su cartonero Pedro Linares que hiciera una nave y un alebrije. Ante esta petición, Linares le preguntó al pintor cómo hacerlo, a lo que éste le contestó: toma un Judas y ponle cola y alas de murciélago. En las pinturas de El Hotentote frecuentemente aparecen figuras zoomorfas y fantásticas, en las que se combinan partes de reptiles, aves, anfibios, insectos y mamíferos, al igual que diferentes épocas y estilos.

En 1990, dos años antes de fallecer a la edad de 86 años, Pedro Linares recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes por su gran trayectoria artística. Hoy sus hijos y nietos continúan con la tradición.

Foto: Greeki

Es así como Pedro Linares López aportó una invaluable creación al arte mexicano y a las mismas tradiciones populares. 


En Café Café Artesanías encontrarás hermosas y coloridas piezas representativas de este arte popular. ¡Te invitamos a conocernos! 



.